Alexander J. Montero

Alturas blasfemas

Hay de mi en la boca del mal de amor,

si sabes dios, o quien sea que este ahí

afuera, que de estas aguas soy mal marino

que me ahogo o me ahorco a la primera,

si has de hacerme tan corta la primavera

y sin piedad de mi dolor me mandas mas dolor

¿porque me enamoras entonces?

y das a mi corazón el latido que después

sera de golpe interrumpido,

me fui con mi cuerpo como fluido

por flumino liquido, fluyendo

en un cause rodeado de peces,

de besos, de mirada inerte,

de montañas, de silencio,

en juego en donde nos hacíamos invisibles

y ronroneábamos en el frió

que hacia de nuestras pieles tibias

el mejor de los placeres

deteniéndonos en donde nadie mira,

pero a razón de las 500 noches de sabina,

diré que es verdad

duramos lo que duran dos peces de hielo,

que la primavera dura solo un segundo

y no se si llorar o caminar al horizonte

esperando mas sorpresas eso,

eso me lo aseguro, cada vez que se queman mis alas,

nacen y se abren nuevas mas grandes y mas arrogantes,

para volar a alturas blasfemas

tan alto que quizás dios o quien sea que seas,

quizás asta tu nos temas.