LIZ ABRIL

SIMPLEMENTE MUJER

Día a día… en silencio

o a veces a gritos.

Escondiendo el dolor…

maquillándolo

O esgrimiéndolo

como un arma

en contra de los bárbaros.

Con las manos extendidas

o los puños apretados.

Bajo la tenue luz de la luna

o expuesta a la luz del sol.

En los más recónditos lugares

 y desde cualquier rincón de la tierra.

Las huellas de tus pies

delinean los caminos.

Vas abriendo los senderos con tu paso.

Las huellas de tus manos

dibujan los contornos

de todo lo creado.

Tejes y destejes

los sueños de los hombres.

Eres raíz, eres fruto, eres semilla.

Eres “Mujer”

por naturaleza o por elección.

Eres hija, madre, hermana,

esposa, amante, amiga

Día a día…

juntas los pedazos

y te pones de pie.

Día a día…

renaces de las sombras.

Días a día…

te rearmas y resurges.

Estás pariéndote a ti misma,

en medio de la nada.

Te vieron caída

y pensaron que eras débil.

Te creyeron vencida,

casi desahuciada.

No saben que la fuerza

no es prioridad del cuerpo.

La fuerza, amiga mía,

es prioridad del alma.

Y mientras aún brille

en tus ojos una tenue luz

Aún será tiempo

de pelear batallas

Y de ganar guerras

en pos de lo que amas.