Malvina Villegas

Entre la espera, me rindo.

 

Acércate a mi vera,
ven a mi lado y comprueba que es tu piel la que me quema.
Mírame de cerca,
siente así el deseo de abrazarte y no sólo de besar cada centímetro de tí.
Mírame bien,
quédate luego de cada estallido,
que es mi alma la que ruega un suspiro.
Quédate y acaríciame,
que tus manos, sé, también quieren sentirme.

 

No pretendo me ames
tan siquiera que me quieras,
sólo busco más allá de tu cuerpo,
quizás un poco más de tacto,
quizás menos deseo.

 

La noche se vuelve un ritual de besos clandestinos,

prohibidos,

malgastados por falta de cariño de aquel lado,

tuyo,

del costado de todo lo que me haces sentir.

 

Acércate,

siente que no busco seas un amor eterno,

siente que busco ser más que aquellos momentos.

Acércate rápido,

aquí te espero.

 

Mas mi pasión dice basta,

muere en esta sombra donde me has mantenido,

muere luego de un letargo tan oscuro y frío.

 

Muere en silencio,

hoy es el fin.