Raúl Daniel

¡Tanta poesía!


¡Tanta poesía!

 

Viajé por los caminos de la vida, ¡tanto viajé!,

que al sumar las horas perdidas, ¡llegué a la vejez!,

crucé llanos de trigos dorados, (doncellas que amé),

las que en los prados más verdes gozaron ¡de mi embriaguez!

 

No atendí a consejos de sabios, ¡sólo nalgas y labios!

¡sólo amigos y alcohol! pensaba que el placer me daba,

con el gozo diario del amor, ¡algo extraordinario!,

y a mujeres, amigos y farra ¡todo lo entregaba!

 

Luego supe más, ¡yo era poeta! y me arrojé a las letras,

llené cuadernos con poesías, (les puse mi vida),

veinte libros y diarios y revistas, esto atestiguan,

(¡y que están acumulando polvo en varias bibliotecas!)

                                                           

Han pasado unos años... y sigo, (con el alma ahora),

viajando, escribiendo, amando, gozando... pero es extraño...

y suelo preguntarme el por qué, (en las perdidas horas),

¡Mil amores y poesías!... y el alma mía, ¡sola!