Carlos Fernando

Pero... ¿es posible? (un raro poema… científicamente comprobado)

 

¿Cómo puede haber gente? Que,

gozando de tantas maravillas

como las que hay en los cielos

y en la tierra, se atreve a pensar

que la existencia es una obra de arte

que resultó de la fortuita aparición

de un fotón o alguna partícula sub atómica

que simplemente brincó

de un universo a otro,

como brinca la chispa de una bobina

que no está conectada a ningún motor,

es decir, que no tuvo ningún sentido

que brincara, pues que existió para nada,

si es que en la nada la vida del hombre para.

Tan solo sería una chispa

- que ni llamarla chispa

tendría sentido llamarla-

que en un momento del tiempo

y un lugar del espacio tan solo existió.

¡Vamos! Que ni las discusiones

de dos talmudistas son tan sin embargo…

¿Por qué? las aves migratorias

en tantos siglos de evolución arcana,

así como "de modo inteligente"

desarrollaron las plumas y las alas,

y las rutas de migración tan exactas,

no han decidido volar  de vez en cuando,

a las Bahamas solo por cambiar las escalas,

si es que de Europa se dirigen al África.

¿Por qué? esos animales tan diestros

que parecen hombres: los chimpancés,

no han sido capaces de cambiar su laringe

rudimentaria, por la caña simple

con que los hombres pueden entonar palabras. 

¿O los delfines? Esos animales admirables

que con su inteligencia,

la vida se ganan en los acuarios,

que serían capaces -si pudieran-

de conocer la edad de un embarazo,

pues que traen el ultrasonido integrado,

no han sido capaces de evolucionar

cambiando las aletas en brazos,

pues que los evolucionistas dicen

que la evolución es resultado

de la adaptación inteligente

del animal al medio. Y el único animal

capaz de hacer lo contrario

con su ambiente, es el hombre,

ese antropoide que descendió

de un árbol, un buen día

-y según Darwin-

decidió sin más reparo

construir no solo un clan, sino un país,

y no se conformó con hacer

de unas varas su herramienta

-como el chango- sino un taller.

Ni se limitó a tallar dos piedras

y descubrir el fuego,

sino que ha desarrollado

en seis mil años de Historia conocida,

lo mismo las finanzas que un estadio.

¿Y todo esto… para qué?

¿Para ser como esa chispa

que brincó del interior de una bobina

que no está conectada a ningún motor?,

es decir, que no tuvo ningún sentido

que brincara, pues que existió para nada. 

Y es, que si en la nada

la vida del hombre viene y para.

¿A qué existir? ¡A nada!

¿Cómo es posible que exista gente tan rara?

Que tan solo por el necio afán

de negar a DIOS, prefieren parar en el absurdo

y todo por qué, por no querer asimilar

que hay un Ser de quien procede el todo,

al que tratan  de meter

a un acelerador de hadrones,

para probar que Existe.

Y se atreven a tachar a los que

creen en DIOS, de torpes e ignorantes

Pasando por alto que si las branas,

esas hipotéticas membranas que separan

un universo de otro; transitan a la realidad,

dejando de ser simple teoría

Habrán de preguntarse:

Y... ¿quién creó esas branas?

De la manera que le preguntan al que cree:

¿Y quién creó a DIOS, si DIOS Existe?

Pregunta tan tonta como la paradoja

del gato que si no lo veo no existe.

¿Qué no me entiendes? No te preocupes,

eso se debe a que he hablado

como un hombre de Ciencia,

de lo que no está comprobado, ni se puede.