kavanarudén

En la eternidad del viento




Viento suave del atardecer, que te elevas pacíficamente y acaricias la tierra,

peinándola pacientemente, limpiándola de tantas impurezas.


Tocas las flores silvestres, esparciendo frescos aromas en cada ángulo del parque.


Tu pasión desbordante abrazas los árboles del bosque, moviéndolos a tu antojo.


Juegas con las aves, mientras planean armónicamente sobre tus corrientes.


Refrescas el día de la rasura que produce el astro rey incandescente, del verano recio.


Danzas libremente en medio del trigo.


Erizas el lago con tu toque, con tu pasar sereno, con tu beso sublime y apasionado.


Juegas con mi piel, con mis cabellos, con mi cuerpo. Me relajo, cerrando mis cansados ojos y te imagino rodeándome por doquier.


Te regocijas con la sonrisa espontánea del niño;

con el correr libre de un cachorro;

con la esperanza del caminante;

con la fuerza del deportista;

con la ternura de la madre que amanta;

con el brío de un caballo que corre libre por la granja;

con la paciencia del anciano que otea el horizonte, en sus días interminables;

con los amores de los amantes que se aman libremente;

Bóreas, viento del norte; Noto, viento del sur; Euro, viento del este; Céfiro, viento del oeste…


Quisiera ser como ustedes, volar, subir, planear, suspenderme… ser libre eternamente y perderme, en el horizonte inmenso, hoy, mañana, siempre….