Carlos Leobardo Segovia Gutierrez

¡ Cuando era Niño !

¡ La Infancia !...

Qué lindos recuerdos...

De salud y de raspones en las rodillas...

Corriendo a la cocina y robando galletas a hurtadillas.

Siendo travieso, por tener mil dudas de niño honesto.

 

De niño jugaba con cuerdas y me creía vaquero,

y un simple madero era mi leal corcel negro...

Jugaba en la lluvia a ser un pirata

y de una hoja de nota, armaba mi barcaza.

También fui astronauta y vivía en Marte,

corriendo y jugando entre escaparates.

 

Cuando era niño...

Tenia mil amigos y todos sinceros,

jugaban conmigo y yo con ellos...

Comíamos dulces, malbabiscos y refrescos...

Rondabamos la Luna...Al ver que nos seguía...

Y todo era tierno, todo era perfecto, todo era armonía.

 

De niño sabia quien era mi Padre...

Ese tipo duro que me regañaba si llegaba tarde....

Que me reprendia cuando era travieso,

pero me besaba mientras dormía...

El no lo sabe...Pero yo lo sabia y desde el comienzo.

 

Cuando era niño conocía a mi Madre...

Esa mujer dulce que me acobijaba...

Que con un beso tibio me rendía en mis desplantes...

Que me atormentaba para hacer mis tareas,

pero me decía te amo y siempre sincera.

 

Cuando era niño...

No tenia carencias...

Pues con el amor de mis amigos complementaba el de mis Padres...

Salia yo de casa y no sabia de hambres,

no sabia de pagos, mucho menos de problemas...

Jugar era mi vida y la sonrisa en mis labios,

se dibujaba cual promesa.

 

A esa Infancia...

Que bellos momentos...

Quisiera volver atrás y ver a mis viejos...

Siendo tan fuertes, como los recuerdo.

Y así era mi vida cuando yo era niño...

Porque ahora de grande todo es un trabajo...

Y ya no me divierto...

Pero al llegar a casa y ver a mis niños,

restituyo el ego y me encaro de frente ante nuevos retos...

Pues, ¿que no se merece mi hijo travieso?

Si yo tuve Padres, por los cuales hoy rezo...

El sera mi niño hoy y siempre...Se los confiezo.

 

¡Hay cuando era niño!...

Que bellos recuerdos...

Me llevaban al campo y ese dia...

Hoy ya no es eterno.

 

Carlos Leobardo Segovia Gutierrez