Alberto Montes de Oca

Amor Sincero.

Me enamoré de ti desde el momento en que te vi.

Te tomé entre mis manos y te contemplé

por horas y horas. Supe que no había

nada más hermoso que tú. Pero te perdí...

Días, semanas, meses preguntando por ti,

pero nadie sabía dónde estabas.

Dejaste en mi corazón un vacío enorme

que sólo tú puedes llenar. No paré de buscar.


Después de tanto buscarte, de tanto preguntar

por ti, me dieron tu posible paradero, y fui

a ver si te encontrabas ahí; así fue...

Cuando llegué, le pregunté a un hombre 

por ti y me contestó: \"Aquí está\"...

En el momento en que te vi otra vez, mi

corazón volvió a latir como la vez primera

que te sostuve con mis manos. Era feliz...


Te tomé con una mano, y acercádote a mi

rostro, percibí tu maravillosa fragancia

natural, que sólo tú tienes. Encontré en

tus palabras un prolongado regocijo al

hablarme de una de mis pasiones, me hiciste

vibrar como la primera vez que te abrí,

como la primera vez que abrí tus páginas

llenas del hermoso conocimiento del universo...