Edmundo Rodriguez

DOS LUCEROS NOS SALUDARON

Frente al cielo descubierto

en una noche clara ,

de profundidad azul ,

sentados en el muelle

que con sutileza ,

baja a las aguas del lago ,

que colinda con la cabaña

en la cual nos retiramos

por temporadas ,

donde la vida ,

sòlo somos tù y yo ,

bajo ese manto azul

que se besa con el lago ,

dos copas de vino ,

le otorgaban tibieza

a nuestro interior ,

que nos hacìa dibujar

cantidades de besos y

comentarios de lo bello

de la vida que respiraba

a nuestro alrededor ;

asì gozàndonos

en toda la extensiòn

de nuestras emociones ,

dos luceros atravezaron el infinito ,

los cuales en su sigilo ,

dijeron nuestros nombres

hacièndo parpadear el cielo ,

el cual asintiò en nuestros corazones ,

estos momentos de amor de pareja

no deben finalizar aqui ,

en este valle màgico ,

que el universo formò

con un brillar

para deleite de la humanidad ,

que busca el encuentro

con la naturaleza ,

debe continuar en el medio

de los edificios

y en el tratar con la humanidad .