Valeriana Meden

Tarde de Otoño

Tarde de otoño
Grises nubes
Hojas amarillentas
Presagio de muerte
De frío y de tristeza,
Se abraza el alma.
Los ojos de mirada lejana,
No lloran porque ya no tienen lágrimas.
Todas se las secó
Un malogrado amor.
Hoy baga el alma
En el gran vacío de la soledad
Se hunden los sueños
Que no floreció
Cae el silencio
Sobre los sueños rotos
Muere la tarde mustia y fría
Quedando el deseo huérfana de luz.