ocsirnaf

Como una caricia de otoño

Los lirios de su felicidad

cerraron los postigos que quedaron entreabiertos


y los álamos de su esperanza

se extendieron ya muy lejos entre tanto desierto.


Altos y apretados,

sus espectros se desvían como amantes que ya no se quieren


y entre los arbustos,

las luciérnagas parpadean como anunciando que fallecen.


Una lágrima triste y brillante

brotaba fugaz de unos ojos ya muy cansados,


pero rodaba por sus infelices mejillas

y se empapaba de sus senos olvidados.



Su corazón todavía huele a esa fragancia

de cuando estás locamente enamorado,


aunque le llegue el invierno

y se empeñe en continuar con su triste pasado.


Esa brisa atrapada entre la unión de un par de almas separadas languidece
y los golpes de su vida húmeda corroen su fibras mas sensibles... a veces.


Duerme entre el humo de las hogueras del olvido

la mujer que ella había sido.


Y algo me dice que se mueren las mariposas

que en su estomago habían nacido.



Y esa luna que ayer brillaba,

hoy es de color rojo en su horizonte empañado,


es como una neblina que baila

en el mar cuando por él se sigue mortificando.


Los búhos quedaron despiertos

al anochecer en su vuelo... a veces sin sonido.


Ellos reman a través del aire frió

lastrados en un sueño que se ha perdido.


A lo lejos la noche y el cenit se llenan de luces, sombras y pájaros inertes.
y el olvido emerge de entre las ciénagas de donde todo se pudre y desaparece.


Sus ojos se ahogan en la orilla de un mar imposible donde todo queda lejos
Los truenos de luz y de chispas Iluminan los sueños de amor que ella guarda.


Arrecia la lluvia ...
Como caricia de otoño.


Las gotas de agua que gotean del cielo

me hacen cosquillas en los pies.


Son gotas de vida, de eternidad y afecto

que algún día, quizá... vuelvan a florecer.