Darío Ernesto

La hermosa dicha

La hermosa dicha

 

Muy  temprano en esta mañana

oia la suave melodía de mis amores al dormir.

Asi he comprendido que el fuego que una vez se encendió

jamás en mi podrá extinguirse

pues esos pequeños, allí en sus sueños

son el fuego que arde en mis venas

aquel fugaz soplo de orgasmos, aquel crisol

que entre tu y yo mujer que encendiéremos

hoy se hizo  en vida

tiernas voces, de nuestras entrañas ellos

todos los hijos del amor y dicha

ya se que con dolores de parto

una madre como tu,  compañera,

como millares de madres dieron a luz  en dolores

y eso nada empaña

en cada niño o niña ese amor y ternura resplandecen

nada existiría sin la madre,

que pariendo  sueños, gozo y esperanza

a cada hijo le bendijo dándole a luz

para siempre en abrazo y vida.

Darío Ernesto Muñoz Sosa