arqroblori

Buena idea parecías


El proceso de enamorarse

fue un grato chisme

entre la mente y el corazón.

Su prédica de nombre en mi pecho

buena idea parecía.

Un plan de afanes que las entrañas

diseño en venas verificó;

ágil e insistente tucutú, tucutú.

 

Erudito creí ser al primero descubrir

que era para mí;

y mi sapiencia la perdí

al ser el último en enterarme

que no me quería.

 

Tal vez, quizás…

fui víctima de la prevista emboscada

de estrellas en la noche.

O quizás fue el rocío que dio a probar

a qué sabe el cielo

en compañía en rala mañana.

 

Tal vez, quizás…

la culpa la tuvieron mis ojos,

de tanto con sus labios

jugarle a escondidas.

O quizás mi error fue en la emoción,

que al alma no pudo alcanzarle

de tan extravagante vehemencia profunda.

 

Quizás fue la diferencia

del silencio

que hubo entre su voz y mi voz.

¿Callar por nunca haber

sentido nada?;

¡callar porque al sentir,

se termina diciéndolo todo!

 

Donde adoloridos ñoños suspiros

en nostalgia dilucidan,

que de nada sirve tenerle fe al amor,

si toda la que sobra

es exclusivamente tuya.

 

Caos por el rostro aspaventero

entre barrullo de lágrimas.

¡Tan buena idea

que toda su esencia en mi pecho parecía!

Torpe fracasado tucutú, tucutú;

¡boceto a soledad

de aquel nombre que en pecho

confabuló contra la vida!