Esteban Mario Couceyro

¿Por qué no, mañana?

Por qué no mañana, el aire fresco

cubrirá mi cara

y en remolino caprichoso

elevará del suelo

hojas y polvo

como una gentil compañera

en danza feliz

a mi paso.

 

Por qué no mañana

al desayunar

tus ojos

y  los míos

se crucen

como suelo y nubes

en tarde de estío

abrazandonos en el mirar.

 

Por qué no mañana

al tocar tu cuerpo

sienta el temblar

de todos los besos

de los suspiros perdidos

de la vida pasada

y esa falta de palabras

de respiración entrecortada.

 

Por que no mañana

en el abrazo

en el beso

en tu mirada

sueltas de tu boca

ese, te amo

que tienes tan callado.