teresa ternavasio

EL PROPÓSITO

Tu arrogante figura

Tu rostro bien parecido

Tu andar insolente y frío,

Te dan un aire imponente.

 

Avanzas sin mirar rostros,

Sin que te importe dolencia,

Ni los que sufren carencias

Conmueven tu prepotencia.

 

Huellan tus pies por el mundo

Ignorando sentimientos,

De amor no tienes historia,

Ni tampoco tu memoria.

 

¡Ay de ti!, vil y perverso

Que no conoce la gloria

De lágrimas y un consuelo,

Para la ofensa, el perdón.

 

Mitigar dolor de otros,

Escuchar a los ajenos ,

Estremecerse de dicha,

Y llorar de emoción.

 

Cuando camines el mundo

Percibiendo sinsabores

Vibrando por la alegría

De escuchar bella canción,

 

Entonces, mi buen señor,

Habrás llegado a la meta

De los que tienen entero

Todo su corazón.