flack

Nación de virgen soledad

Entre cerros,

corre con los pies del silencio,

imparable sobre un hueco sin fin

ese sueño errante de su tierra.

Vasta es su boca,

de cuya puerta no saldrán palabras

y esos crepusculos llenos de añoranza,

son labios de infinito atardecer,

bostezos de un día, alba incendiada

el otoño y verano sueltos en el viento;

llama viva renace de era sombría.

La mano del este,

larga y colorida abraza al mundo,

y aquellos muros de sombra, desvanecen en la nada

sus crespones ante las formas iluminadas;

entonces, surge una presencia:

la nación de virgen soledad,

donde el cacto comntemplará la misma distancia,

la choya intocable oculta senderos,

los mezquites se arrugan con su voz sin palabras,

y la mudez de esas noches,

es solo el asombro de su firmamento.

Esa vértebra del mundo,

solitaria desde antaño,

cuida en su inviolable soledad

la idea digna que Dios brindó al mundo:

!PAZ¡