Armando Cano

Te amo ahora, te amo aquí.

No te prometo mi vida, ni algo que no te pueda dar.

Sólo lo poco que soy, mis sueños, mis penas,

Las caricias de mis manos, el calor que hay en mi piel.

No te prometo otra cosa que no sea amarte toda.

Recorrer uno a uno todos tus lunares.

Besar tus hombros, tus mejillas y tus labios.

Soñar tus sueños, cruzar tus mares.

Naufragar donde naufragues y pedir asilo al sol.

No estoy exento de errores, ni pretendo ocultarlos.

Te amo con toditos mis instintos, con la furia de mis celos.

Con el llanto del dolor.

Te amo toda de cabellos a uñas, de mejillas a tobillos.

De sonrisa a llanto y hasta el sabor de tu piel.

Te amo más cuando llega la madrugada.

Cuando en mi solitaria almohada tu silueta no está.

Te amo desde siempre, desde antes que existieras;

Por algo nunca antes entregue mi corazón,

Ni mis caricias todas, ni mi sonrisa plena.

Te amo ahora, te amo aquí.

Así te amo: confundida, despistada, herida, abandonada;

Llena de soledad y penas. Llevando en tu alma tristezas ajenas.

Te amo más de lo que tú me amas, de lo que he amado,

de lo que fui capaz.

Te amo más, te amo más aunque todo en mí es un pecado.

Aun cuando mi mundo este perdido,

cuando mis sueños estén rotos, cuando mi piel sólo girones sea.

Cuando en el mástil de mi nave ya no existan velas

que me lleven a buen puerto.

Amo todo tu cuerpo, todas tus ansias, todos tus miedos.

Te amo en tu más pura esencia.

Y te amo aunque no me amaras

...porque esa es mi eterna penitencia.

 

 

 

© Armando Cano.