lilith blad dracul

poema VII

Tu y yo no somos distintos, sólo hemos actuado escenas diferentes, quizás lo que te sobra es lo que me falta  o bien carecemos de lo mismo en distinta medida.

 

Yo escribo para sacar mis demonios, tu finges que nada rasguña tu temple  de acero; ambos creemos que con eso silenciamos lo que pedimos a gritos.

 

Nos unen los sentimientos que nos separan, nos separan las actitudes que odiamos y odiamos sentirnos tan lejos creyendo estar tan unidos.

 

Ni yo soy tan mala, ni tú eres tan cruel; ni tú eres  incapaz de dar amor, ni yo de retribuir reciprocidad.

 

Después de todo no somos distintos, después de todo no somos iguales.