Ado Medina

VENDAVAL DE AMOR

Vendaval, eres temible vendaval,

que derrumba mi mundo a su regreso,

que me hace temblar herida de amor,

cautiva del embrujo de tu cuerpo.

Vendaval, porque perturbas mi paz,

arrastrándome a tu piel, sin remedio.

Que sólo soy suspiro exhalado por ti,

porque vivo por ti y a la vez, me muero.

 

Huracán, eres potente huracán,

que desnuda sin piedad mis deseos,

que desata en tan sólo un segundo,

cada oculto y olvidado sentimiento.

Huracán, porque agitas mi corazón,

hasta  que grita tu nombre en mi pecho.

Que sólo soy anhelo que existe por ti,

porque siento por ti y a la vez, te temo.

                                                            

Tempestad, eres demoledora tempestad,

que quiebra la fortaleza de mis miedos,

que desgarra en tan solo un instante,

el dolor que me ahogó en mis lamentos.

Tempestad, porque desatas mi pasión,

hechizándome con tu mirada en silencio.

Que sólo soy  latido que nace por ti,

porque huyo de ti y a la vez, te espero.

 

Ciclón, eres poderoso ciclón,

que reclama mi corazón de nuevo,

que descubre que el olvido no venció,

que sabe que no logré borrar tu recuerdo.

Ciclón, porque me estrechas fuerte contra ti,

enredándome hasta sentir tu ardiente fuego.

Que sólo soy alma que sucumbe por ti,

porque escapo de ti y  a la vez, me entrego.

 

Ado

29/05/14


---------------------

 Este poema de Adoración Medina Albós se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 España.