Maria L

A medias


Te olvido de a ratos,


de a pedazos,


todos los días


te olvido un poco,


la mano izquierda


una lágrima


alguna palabra.


Me siento a olvidarte


-sin falta-


de lunes a sábado


de cinco a siete,


todas las tardes


de mi vida


y de mi sombra


me dedico a olvidarte.


Te olvido de perfil


callado, sonriente,


llegando o partiendo.


Te olvido las noches


las poesías


la plaza aquella


los hijos que no tuvimos


-nos olvido a todos-.


Resto las promesas


los silencios


los nombres inclinados,


descarto los labios en beso


-tu pecho-


nuestros ojos


la sangre mutua


hasta la muerte a tu lado


descarto.


Los domingos


adelanto trabajo


y te olvido el día entero.


Desde que eres un hombre casi


olvidado


-confieso-


yo soy una boca a medias.