Dos simples palabras.
Una nube ocultó al sol
y desde esa mirada se oscurece
un latido, presintiendo,
que el verano que acaricia
el alma, se verá inundado
de un sabor diferente.
Se prepara como presagiando,
que como fantasma,
en la escena de la vida,
cruzará dejando una estela
de dolor, nada placentero.
Sabe que lo producirá y sufre.
Sabe que su Amor titila
y se persigna ante una lágrima
que derrama y la hace oración
y suplica bajito…no me abandones.
Eso susurra sus labios y se
inclina en su silencio y espera.
Dos simples palabras la sacan
del embeleso, de sus temores…
Te Amo.
Y al oírlas, la lágrima se hace sonrisa
y su sonrisa es luz para su corazón.
Teresa Ema Suárez
2014