Viento de amor

**** SUBLIME AMOR ****

Te vez hermosa, ¡vida mía!

caminando de mi mano,

me gusta cuando sonríes, cuando callas,

y tus ojos me hablan de tus deseos

intensos por mí.

 Te refugias en mis brazos

y te beso tiernamente,

cierras tus ojos misteriosos

para ofrecerme la miel de tus labios.

 Te tomo de tu cintura delgada

para acercarte a mi pecho,

besarte apasionadamente

y embriagarme con los besos

que jamás me dieron,

mi corazón late de prisa,

mis deseos son intensos

y los tuyos

aumentan nuestras ganas

cuando sientes mis labios calurosos

por tu cuello, por tu nuca, y tus orejas

que se ponen color sangre viva,

provocando en mi,

deseos intensos de besar

las aureolas de tus senos

que calientes y redondos

me ofreces.

 Es de noche,

nuestra habitación secreta

nos aguarda

como cómplice de este amor

desmesurado y loco

que vivimos los dos.

Me miras y te miro

con intensa pasión,

el deseo se apodera de los dos

y nos fundimos en  un abrazo,

busco tus labios, y me besas con

pasión.

 Esta noche,

las palabras sobran

para unirnos con nuestra entrega

en un solo cuerpo y un solo corazón,

para alcanzar el momento más sublime

de nuestra entrega sin igual.

 Te amo y me amas,

te deseo y me deseas,

¡Que dicha vida mía, de tenernos otra vez!

La noche, las estrellas y la luna

cómplices de nuestro intenso amor,

nos invitan una vez más,

al placer, a ese deseo de sentirte

¡mía, solamente mía!

 Es de madrugada y yo

sigo disfrutando de tus senos 

calientes de pasión,

tiernos y dulces

como fruta madura,

el placer intenso te obliga

a buscar entre mis piernas,

lo que tanto deseas

lo pones en tu rosa volcánica

penetrándola con gemidos de placer

y yo me emborracho

con la dulzura de tu ser,

provocando en ti

el éxtasis de un orgasmo,

cabalgando  a lapar sin cesar,

hasta que nuestros cuerpos

desfallecen de intenso placer.

 Te vez bella, niña hermosa,

dormida sobre mi pecho,

embriagado de tanta pasión,

te miro y te beso con dulzura,

¡ cuánto te amo, amor mío!...,

ahora eres mía,  para amarte,

para entregarte, este terco corazón,

que se niega a olvidarte.

 

Autor: Mauro J. Cassaño

mallíto

19/05/14