Sin darme cuenta he llegado una hora antes y cuando me he dado cuenta,
En vez de enfadarme he seguido tranquilo esperando en el portal de Neuro Camps,
Viendo como pasaba el tiempo, ya Qué el reloj de la vida marca segundo a segundo,
Los quehaceres de todo nuestro organismo, tanto anímico como el sensorial…
Sé que hoy es el último masaje que me dará esta semana “Santa Marta”
En su tren, de trabajo y de vida, ya que aparte de ser una mujer preciosa con el titulo de diez;
Hace su trabajo con cariño, empeño y ternura mi guapa Martita, que es preciosa por fuera y por dentro,
Lo malo es que el jueves que viene, me darán de alta y de momento se suspenderán los buenos masajes,
De la bella Marta; Reina de Neuro Camps;
Sin olvidar a sus dos compañeros el Maestro Pascual y la guapa Yolanda, los tres hacen un fisio, especial…
Son un trió sin igual dentro de la clínica, sin parar de dar masajes para apocar el dolor muscular,
Estas palabras que me salen del alma y suben al cielo y bajan, con la limpieza de la pura verdad,
Me faltan silabas para explicar cómo en este edén de Fisioterapeutas, que dejan una huella genial…
Pero sigo destacando a Marta, porque es la que más ha masajeado mi hombro herido;
Por el fatídico accidente del atropello que me dejo a parte del hombro, tocado en general
Y la bella Amazona como un Ángel del cielo, ha penetrado la crema Aloe Vera, en mi hombro…
Así, día tras día entre sonrisas y palabras llenas de armonía, ha pasado el ciclo de mi umbral…
Este trió de Ases que trabajan en Neuro Camps, que en su conjunto son Pascual, Yolanda y Marta,
Trabajan con un afán insuperable y hacen que pasen los días envueltos, con gracia muy especial
Y vuelvo a destacar la figura de Marta mi fisioterapeuta con su dulzura y sonrisa sin igual, muy grata;
Es de Molina de Segura, pueblo con nombre del Rio que rodea toda Murcia y su espiral…
Bueno subo y bajo al cielo y me baño en la orilla del mar, ahora la rima es mi romántico soñar,
Nubes que bajan a cargar el agua de los océanos y estrellas que acompañan a la luna,
Dibujando una estela sin igual, así sueña mi vida, aunque por dentro viva, una vida infernal,
Pero termino con Marta, que tiene dos luceros en su mirada que brillan, en su dulce laguna.
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(Gracias os doy a los tres fisioterapeutas, por llevar también el empeño de vuestro trabajo, con masajes, sin igual)
Modesto Ruiz Martínez / jueves, 15 de mayo de 2014