Rossana Arellano Guirao

MUCHACHA DE ESTACIÓN

Muchacha de estación 



Eras tú, multiplicando fechas 
quien desfilaba en las calles sin asfalto 
y sin pasaporte balanceaba sus caderas a lo Botero. 

Temprano te llamaron los secretos 
y en misión clandestina 
zarparon de tu cuerpo más de mil navíos una sola noche. 

Tu bote desvalido, se refugió en el puerto del hambre 
donde a menudo las infancias truncas 
subían escaleras sin retorno. 

¿Qué será de ti, muchacha de estación? 

Y esta manía de observar la luna por menguante 
va plegándome el paisaje de los párpados 
cuando la lluvia ha dejado su barniz entre las hojas. 


Rossana Arellano

©Psicoseándonos - 2009