rodulfogonzalez

CEIBA

 

La ceiba de mi pueblo no murió

Con dignidad,  de pie.

El  árbol centenario que le dio

Reciedumbre a mi fe

 

Dejó este mundo el pobre no por viejo

Sino por inclemencia

De un verdugo, despreciable  tipejo,

Ajeno de conciencia.

 

Cuando quise sonrojar  mis ojos

Y recordar mi infancia

Solo encontré en el suelo sus despojos

Y sentí repugnancia.