Diaz Valero Alejandro José

Un nido en el suelo - Cuento ( 1/4 )

UN NIDO EN EL SUELO  (Cuento Original de Alejandro J. Díaz Valero)

 

CAPÍTULO I: Sentencia de lluvia


Aquella tarde el bosque estaba distinto, las ramas de los árboles se agitaban rabiosamente y los pájaros anidaron aprisa, por lo visto, todos deberían prepararse para la gran tormenta.


¿Tormenta? Ja ja ja , se reía el Turpial; que tormenta ni qué ocho cuartos, eso es pura bulla.


¿Pero tú estás ciego? Preguntaba la Cigarra, ¿no ves que el viento empuja las nubes en una sola dirección y el cielo se está vistiendo de luto?


¡Siempre ocurre lo mismo y nunca llueve, comentó el Loro desde lo alto de una rama de acacia.


-¡Yo creo que sí va a llover, y duro! dijo una Iguana desde una horqueta donde estaba colgada.


- Que lluvia ni que nada, ya verán que todo pasa y nada de nada, dijo una Ardilla mientras saltaba en las frondosas ramas de un árbol de aguacate.


Un viejo Loro parado en una rama seca, se sumó a lo expresado por la ardilla y a su vez gritaba, “¿Llover?… Yo te aviso chirulí”


La Guacamaya por su parte no dejaba de batir sus alas multicolores mostrando el esplendor de su hermoso colorido, mientras alegre gritaba “Que llueva, que llueva, la vieja está en la cueva, los pajaritos cantan, que caiga el chaparrón.”


La señora Tortuga al parecer se sintió aludida con aquello de que “la vieja está en la cueva” así que sacó la cabeza de su cueva para mirar y escuchar, pero no comentaba nada, pues pensó que lo mejor era mantenerse callada. Luego de unos minutos guardó de nuevo su cabeza y sus patas dentro de su caparazón y dejó que los otros animales siguieran discutiendo.


- ¡Epa señora Tortuga, señora Tortuga, no se vaya!, la increpó la Rana, usted que ha vivido tanto y que es la más anciana del bosque, díganos ¿Usted piensa que va a llover?


La Tortuga lentamente sacó su cabeza y se dirigió a la concurrencia: - Ya que me lo preguntan les daré mi humilde opinión. Creo que sí; todos los augurios indican que lloverá muy fuerte, por lo que recomiendo que se resguarden bien y estén atentos de los múltiples peligros que traerá consigo la tormenta. Y acto seguido, volvió a guardar la cabeza en su caparazón dejando afuera a los inquietos y asustados animales que comenzaron a tomar las previsiones del caso.


Ya nadie dudaba de que llovería, pues lo había sentenciado una voz con suficiente experiencia y autoridad y era dado por hecho que esa tarde habría tormenta en el bosque.
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Continuará...