Esteban Mario Couceyro

Duermes

Preciosa hembra, que me amas
tu cuerpo húmedo, descansa.

 
En cascada mis emociones
salen volando en cielos granates.

 
Como un continente
entre mares de sábanas
te veo hermosamente mía
y avaro de tus zonas
las cuento codicioso.

Duermes, yo no puedo
mi felicidad depende de verte.

 
Dormir, sería morir un poco
perderte, sería sumergirme
en este mar de sábanas
sin la esperanza       
de naufragar en tus costas
una y otra vez.

Hace tanto que no duermo
hace tanto que te amo...

Dicen que estoy enfermo...
¡si estoy bien!.

 
Te veo, así dormida.

en un mar de sábanas