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¡Oh, cuanto tiempo estuve en tus brazos!,
y que con tu voz arrullaste una canción,
y tuviste mis sueños en tus regazos,
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¡Oh, madre mía, cuanto doy a Dios gracias!,
por tenerte en el día de ayer, hoy y quizás...,
también mañana, recuerda que aunque no estes,
estaras muy dentro de mí y de mi corazón,
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¡Oh, madre mía, que como la flor eres para mí!,
que aún a pesar del tiempo queda su eterno aroma,
y en mí, como que quiero permanecer más a tu lado,
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eres hija, hermana, sobrina, prima, esposa, mujer,
pero sobre todo madre, madre mía, hoy te quiero decir,
que mi corazón te ama con el alma y el corazón,
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¡Oh, y eres mi madre, que sacrificas todo por mí!,
como que dejas un calor perenne aquí en mi vida,
y alumbras con tu mirar mi gran secreto de amarte.
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