Malvina Villegas

No fui para ti más que un momento.

Y es que no debí permitirlo,

no debí permitirme el quererte así,

el sentir vivir a este idiota corazón que creía muerto hace tiempo.

No había imaginado poder alcanzar el cielo,

otra vez.

No había imaginado volver a verme juntando estrellas,

aquellas que reconozco en ti,

en tu mirada que sugiere profundidad,

un secreto,

mi desvelo.


Pero aquí estoy,

pensando en todo lo que eres,

en todo lo que me haces ser sin saberlo.

Me encuentro ocultando mi sed de tí,

de tus besos,

de aquellos que jamás probaré.


Estoy aquí, ya ves,

lejos de los abrazos que supieron alegrar mi alma

y que sólo hoy son recuerdos.

Estoy donde supiste encontrarme,

donde por mucho tiempo más viviré.


La soledad.


La soledad volvió a ser mi hogar,

mas me falta el amor y la caricia,

ese mínimo afecto.

Donde debiera estar tu corazón,

al menos tu mano amiga,

encuentro oscuridad,

el frío del invierno que se acerca.


Pero tranquilo, corazón,

hoy es la última vez que te escribo.

No lograré confesarte a los ojos lo que siento,

no siendo el miedo la razón,

siendo este sentir por tu distancia como un sutil ...


\'Perdona,

no siento lo mismo\'.



Mas lo acepto y me rindo,

quedándome en silencio sola y con este querer.