ANA ROSA BUSTAMANTE

SARGAZO

La derrota nació en mis pezones lamidos

por la sangre viperina

perdida

de una mujer distinta

que da de comer  de noche

que no temen los tímidos.

Magullada en el convento

una luz que escribe en el papel sepia

del infierno,

grumo azul botado en la faringe,

lama terca entre sus piernas deseosas  de  tu aroma

y sargazo hundido en el  mar

donde renazco huesosa,

lacio pétalo,

soy otra mujer.



Granuja granjeándose la confianza.

Vacilante flecha  en el ceño caritativo.

Pulla y recelo de las palabras tiernas

en la oreja cubierta del sombrero.

Levanto la túnica sombría para ti.