Hablo de cielos grises de tardes tristes,
brisas que se cuelan por las cuencas de tus ojos,
hablo de la soledad y este inminente suelo de tristezas
de tierras marchitas, de campos àridos ,
de lo que me he convertido.
Susurras?, no escucho nada
a caso olvido que me olvidabas
que aprendì a dar solo los pasos ,
a sufrir a no llorar, a jugar al ciego,
al sordo, al invidente pues tu no estabas.
A caso olvidas progenitor de semen,
tus fallas constante,
Que? no te escucho, nunca estuviste,
eres ser inerte, poco elocuente, principio de nada.
Vacios profundos como el espacio mismo,
traer hijos al mundo, desaparecer al paso,
y si hablo de cielos grises, cielos tristes y opacos,
son los cielos tuyos sobre los mios opacando mi existencia,
cielos nublados de inconsciencia, del olvido que mereces,
que dejaste con tu partida.
El reloj se ha parado pues sus manecillas estàn cansadas,
entre girar hacia delante o dar un vuelco profundo a sus espaldas,
decidiò cortar el tiempo entre las tardes grises
y la incidencia de la vida misma a creado ya la tormenta que ah inundado el alma.