Johnny Rock

El Proctólogo pícaro.

El proctólogo afano examinaba

a una paciente de lo más atractiva ,

cruel  hemorroide la vida le amargaba

y del tacto rectal algo aprehensiva.

El galeno puso todo su esmero

y ella, aunque dolor no sentía

dijo: doctor, que eso no es mi trasero

a lo que él  respondió con simpatía

esté tranquila, tampoco eso es mi dedo.