A. Cuenca

Desde la distancia

Desde la distancia observo como se va la vida,

desterrado del amor que una vez marcó una etapa de gloria,

se van pasando los días en agonía sin tregua ni calma.

 

Y los buenos momentos ya no existen, se han fugado contigo;

hay un silencio aterrador de mi alma, y un cuchillo en mi corazón.

…y sangrando lentamente agotan mi mente de toda alegría,

despojando a mi alma de todo aquello que la hizo feliz.

 

Que será ahora de mi vida que se lastima con tu memoria.

Que será de nuestra historia cortada por tu lejanía.

El recuerdo de aquellos días en que me amabas,

provocan lágrimas que ya no sirven de nada.,

…y siguen brotando, asegurando más días de nostalgia.

…y mis piernas cansadas de caminar sin rumbo,

llegan a un cama vacía que no olvida tu falta, ni perdona mi error.

 

A mi lado tu almohada vacía,

en mi mente sigues siempre presente,

en mi corazón la herida de tus palabras frías,

en mi alma la tristeza y angustia de vivir sin mi familia unida;

en mis entrañas tu puño de hierro arrancando lo poco que queda de mi…

Y en mi memoria…

el recuerdo que fui el idiota que te perdió para luego sufrir.

 

Ya nada es lo mismo, el cielo ya no es más azul,

se llenó de colores sólidos y opacos y del andar de mis pies.

Ya no hay orgullo de vida, por ser quien contigo fui;

el que hayas salido puerta afuera buscando la paz, me dice que mi error fue atroz;

y tu negación de volver para devolverme la vida des pues de tanto amor que me dabas

…es mi condena;

y mi alma ahogada la pena, que desde ahora he de sufrir.

A.Cuenca.