Liliana Cagnoli

DESOLACIÓN

DESOLACIÓN

 

Bajó sola por el muelle,

Caminando descalza hacia la playa.

A lo lejos el sol ya se moría,

Tiñendo de morados el poniente.


Frente a ella el mar,tranquilo y manso

Coronado de espuma en sus orillas,

La invitaba a unirse,a sumergirse

En sus aguas tranquilas pero inciertas.


¿Acaso el que la viese pensaría,

Que esa bella mujer,frágil y dulce

Oculta en su interior penas tan hondas,

Qué hacen un nudo su corazón herido?


Y es que ella sufre por un amor oculto,

Que le roba el sueño,la calma y la cordura.

Que la llevó a la cima,a lo sublime

Y hoy la entierra en el abismo y la locura.


Por eso esta mujer que sólo sufre,

Hunde sus pies descalzos en la arena,

Mientras que su vestido ondea suave,

Sobre sus blancos muslos y caderas.


Es su andar lento,firme y decidido

Su rostro una mueca de tristeza.

Una mirada vacía que no mira,

Con un corazón roto que la apena.


Impávida su marcha,entra en el agua

Sumida en su letargo de dolor.

El mar la espera y la recibe,ansioso

De acunarla en su manto protector.


Él la envuelve,la abraza y la sostiene

La empuja,la arrastra contra sí

Ella se deja llevar porque no quiere,

Seguir viviendo sintiéndose morir.


Luego desaparece,el mar la lleva

Para siempre a sus profundidades.

Y la noche se cierne en esa playa,

Que la vió amar y padecer sus males.


Sólo queda el murmullo de las olas,

Del viento que susurra una plegaria,

Para aquella mujer que lo dió todo,

Y sólo recibió penas amargas.


Y hoy ya no queda más que su recuerdo,

Ella y el mar se hicieron uno sólo.

Triste final de desamor y olvido,

Para aquella mujer que amando tanto,

Murió de pena en ése mar sombrío.



Azuldemar