Donaciano Bueno

Margarita

Estos versos los dedico a Margarita,

ese nombre que me suena tan bonito

como el agua que salpica entre chinitas

para luego deslizarse despacito.

 

Cuando entiendo que existe algo que me irrita

o presiento que todo me suena a mito

yo repito margarita, margarita

y me pongo a disfrutar como un bendito.

 

Margarita no es nadie, sólo un fonema,

es de mi imaginación mero capricho

que utilizo para hacer este poema.

 

A su gusto colocar dejo la crema,

cuerpo y cara para ornar lo que aquí he dicho

y poner el colofón a este dilema.