Tempesta

Unas veces hielo, otras, fuego. Silencios.

Veo en el espejo un ser que no reconozco,

Un ente, un monstruo.

Las lágrimas nublan el reflejo,

Mi voz se confunde con el susurro

Que llama a la ventana el viento.

 

Buscabas la perfección porque eras defecto,

De fábrica, o de nada, imperfecta

Como las gotas de lluvia

O yo que sé, quererte era un reto.

                                            Silencio.

El frío calaba en los huesos

Y también en los recuerdos.

La cuchilla bailaba en la piel,

Un vals, lento, pausado,

Sin prisa, callado.

                                              Silencio.

Inestable como el océano,

Sentía tanto, que se ahogaba

Con los propios sentimientos,

Y así estaba, unas veces hielo,

Otras, fuego.

 

Autómata de tus pensamientos,

Te destruyes porque el mundo

Ya te ha destruido antes,

Simplemente  remueves las ruinas que quedaron.

Porque ya nada consuela tu llanto.

                                                             Silencio.

Porque te has visto hundida [te ves derrotada]

Ya no estás perdida,

Pues te encontraste hace demasiado tiempo

Y sabes que el peor enemigo eres tú misma.

Porque eres huracán, tormenta.

                                                               Silencio.