Donaciano Bueno

Silencios rotos

Bocas de silencios rotos,
¡ay, muñecas malheridas!
nunca estais arrepentidas
por mor de sueños ignotos.

 

Presas andais por escrotos
que ahondan vuestras heridas
manteneis fijas las fotos
con las miradas perdidas.

 

¡Despertad! que el Orinoco
os espera en la salida
para calmar el sofoco
de esa existencia dolida.

 

No durmais más pues la vida
se escapa poquito a poco
y aprovechar el siroco
para otra nueva partida.

 

Pensad que ya os llegó la hora
de enjuagar vuestras boquitas,
pues la mancha de una mora
con otra mora se quita.