Beatriz Blanca

GOZO Y BELLEZA

Alejadas las prisas me sorprendì en la arena,

mis pies descalzos se estremecieron de gozo,

sentì en el alma serenidad y reposo,

mientras el viento frìo me disolviò la pena.


El mar para mì, solìa ser borrascoso.

Cuando lo mirè, descubrì con sorpresa

que era un paraiso de inefable belleza,

y me ofrecìa un resplandor majestuoso.


El sol refulgìa en el azul del firmamento

coqueteano con sus gaviotas en vuelo,

mientras una ola extendiò su màgico velo.

Al viento volaron mis penas en ese momento.


Todo parecìa igual, pero tan distinto sentìa,

habìa un enigmatico color en el cielo,

que con suave brisa ofrecìa, mìstico consuelo.

Mi alma resplandecìa, la playa me sonreìa.