santos castro checa

Marionetas

 

MARIONETAS

MARIONETAS

Las manos se crispan en la cruz de los altares,
las masas oran y hasta lloran las piedras y son lamentos;
se enjugan los rostros con el brazal de las viudas,
se toman de las manos, se estrangulan los letargos;
portan al portal vinchas de negro las testas de negro,
frente a la puerta de cedro y una vela de vidrio
al lado de un requinto; de ébano las vidriosas manos
que la portan para orar y hasta llorar lágrimas negras
junto a las gradas de cardo, junto a las gradas de ortiga...

Atavíos malditos en la senda de escena sombría, no hay estrellas,
¡ay! El sugestivo teatro de telarañas...¡tantas alegrías de termitas mustias!

Oros y lloros junto al huérfano entre la niebla, (el firmamento oscuro),
un puñado de arena en los bolsillos del sin cielo, del sin patria...
un botoncito blanco, una canica, el olvido es olvido.
 Peldaños y clavos, duendes y gnomos,
pueblan con esperanzas teatros de tejas rotas y lloran solos...desconsolados...

¡Tanta ilusión de antigregaria nostalgia,
escenarios de cáñamo y papel del arrabal!

¡Ay! Tanto los murmullos en hilera, tanto los espectros
que la noche les libera, ¡oh! Un sombrío custodio, -dios sin alma-, sacude
el polvo de las butacas de un fingido cedro y un ficticio idilio de pasión muriendo
con actores de paja y de papel, en la habitación sin sangre de un burdel sin sol;
con una gracia mortecina, contentos de una noche medio pálida,
medio agonizante por no creer en su final…

No hay aplauso que turbe a las sombras, ni anuncio
de ceremonial escena, solo el silencio y una lágrima
vertida por marionetas frías,
en un rincón, faroles sin vida, inertes…
Entre el polvo y las arañas con un turrón de trigo
entre sus manos vuelven tras sus pasos día tras día,
para adivinar, tras el telón, a las mágicas manos
que ya no han de volver con su ilusionismo por las noches largas,
en el teatro de los ilusionistas que se juntan ladeando fieros
los cuerpos, marionetas cabrioleando, desconsoladas, que su único bálsamo
en el escenario espanto: el teatro de los espectros,
es correr el velo que evidencie la existencia
del maestro de los espectros muertos: la ilusión.

El cantor de la luz y de las sombras

Mallares - Perú

 


El cantor de la luz y de las sombras
Mallares - Perú