LIZ ABRIL

SABOR AMARGO

 

No les pidas un beso
a estos labios cansados
por aquellas mentiras
que otros besos juraron,
han perdido la fe,
tienen gusto al engaño,
que otra boca traidora
riéndose le ha dejado.

No preguntes su nombre,
lograron olvidarlo,
a fuerza de morderse
a través de los años,
a fuerza de beberse
el llanto tan amargo
que no logró calmar
la furia del pasado.

No les pidas un beso,
a estos labios hastiados,
creyeron su amor...
a otros labios errados,
entregándolo todo
a cambio de algo falso,
que sólo les dejó
éste sabor amargo.

Y rojos de vergüenza
no besar más juraron,
al final... ¿qué es un beso?
- con dolor preguntaron-
¿y hoy reclamas un beso
de estos labios marcados
por esos otros labios
que el dolor engendraron?

No les pidas un beso...
de miedo están temblando,
que tu boca se acerque
sin temor al fracaso,
que destruya aquel miedo
de sufrir otro engaño,
si pretende sus besos...
pues... ¡tendrá que robarlos!