Juan Manuel Hernández.

TRAGO AMARGO. Un triste final de amor.

No hace falta disimular más nada,

no hace falta botar lagrimas al hablar,

no vale la pena decir más palabras,

ya lo suficiente lo has dicho, o al menos,

he logrado llegarme a enterar,

que no me quieres, y nunca lo has hecho;

enterarse de muchas cosas,

un trago amargo para empezar.

 

 

Las burlas andando, la desconfianza

como siempre llegó ganando, sufrimiento,

al escuchar palabras que nunca debieron

reflejarse a la luz, luz que hoy todo oscureció.

 

\'\'No te quiero\'\'

Trago amargo para cenar,

\'\'No te quise\'\'

Trago amargo que me

hace embriagar.

\'\'Olvidarte si puedo\'\'

algo imposible de lograr.

Pero pase lo que pase,

lo intentaré hasta en

la misma eternidad...

 

Tu falso amor,

trago amargo como el tequila,

que sin sal ni limón,

perfora por mi herida;

quedar sentado en la

cantina de un viejo bar,

donde solía contar mis

historias de tan bello amor,

y hoy solamente me hundo

en este añejo licor, que me gusta,

porque me hace poderte olvidar.

Aunque sea por algunos segundos,

pero logra que me olvide de mi

tempestad...

 

 

Ya amanece, regreso a mi realidad.

Trago amargo que debo lidiar,

pasarlo con algún complemento,

para que no logre hacerme llorar,

y aunque sufro, de momentos,

te logro recordar, no como ese

trago amargo, sino como esa

compañera que alguna vez,

ahuyentaba mi soledad...

 

Juan Manuel Hernández.

-Escribiéndole a Soledad-