Tempesta

Y morimos viviendo.

Las estrellas brillan aun cuando están muertas, viven y mueren viviendo. Su luz se disipa al amanecer, mientras a la noche juegan con la Luna que les pregunta:

¿Por qué seguís vivas después de muertas? ¿Por qué brilláis cuando vuestra fuerza se apaga?

A lo que ellas respondieron:

Vivimos cuando empezamos a morir y morimos viviendo.