Malvina Villegas

Agobia el secreto.

Vago por las calles en busca de su abrazo

presintiendo tan ilusamente nuestro encuentro.

Camino sosegada por la huella que marcó en mi alma,

mas repentinamente apresuro el paso,

debo tapar el hueco.

La falta se vuelve irresistible cada día,

y es ese pesar el que duerme conmigo cada que lo extraño,

cada que siento que lo quiero,

más.


¡Descúbreme, corazón! 

Conquista en mí lo ya conquistado por tu risa,

lo ya apropiado por tu voz.

Que eres libre de hacer y deshacerme,

que eres dueño sin contrato ni firma

de todo esto que intento ya no ser.

Retazos, sueños rotos.

Cicatrices en la piel.



¡Devuélveme la vida de un tirón!

Sé que lograrías volverme una caricia sutil,

un corazón sin pena,

un cuerpo sin dolor,

un alma excitada por la sola alegría de tenerte.


Mas si no sucede, cariño,

no te sientas culpable.

Sola di el paso hacia el intento de un amor.