RICARDO ALVAREZ

1- CAYÓ RODANDO SU FUEGO- 2- YO SOLO QUIERO CANTAR

1- CAYÓ RODANDO SU FUEGO

 

 

Errabunda se alejaba

pisando mi honor moribundo,

tergiversando mi voz y

con mi palabra apagó el sol.

Aleve designio aguardaba

tras la espesa cortina del amor/

 

Cayó rodando su fuego,

dejando la carne

con olor a hiel y sangre...

Una lágrima golpeó

contra la piedra del destino y

tras la ochava que dobla

 en cada la esquina

afilaba la guadaña

el cruel desamor/

 

Cayó su careta

como una ceniza sin cuerpo,

con gélida espuma y

 pétreo alambre.

Con displicente desencanto

me hundió en sus abismos

donde danzaban lobos hambrientos

en el foso oscuro la tarde

era de huecos y brumas/

 

Mi sombra de viento

era hoja enflaquecida

cresta de rama

machacando mi penumbra/

 

Indefenso me flageló

esa voz que solía ser aliento…

Estático y perplejo me quedé,

atónito y quieto,

algo iracundo

cuando vi la mordacidad

de la risa en el eco de su nuca/

.

Enredó mi alma en sus parpados plomizos

y el corazón vacio era volátil grito de espanto.

por haberla amado tanto

de las venas a los rojizos/

Se fue errabunda

dejando mis ojos solitarios/

 

 

Todos los derechos registrados en Safe Creative & Published Word Press Poetry

--------------------------------------------

2- YO SOLO QUIERO CANTAR

 

 

Carne mia, con herida apocalíptica profunda que gime,

hay un temblor interno golpeando mis cenizas.

El grito exalta su altura con las púas del piso,

enroscando mis sienes de magro incienso y crueles elfos

batiéndose en una olla de caldo plomizo fundido y

por carda grito desconsolado clama mi oído de conjuro/

 

Hay un temblor agitando los cuadros,

azotando las paredes donde se estrellan las aves del cuarto...

Hasta aquí penetran sin indulgencia

tempestades suculentas engrillando mis pies educados/

 

El jardín se aparea, y preña nuevas figuras en la florecida rosa,

con la sed clavada parodia mis noches tórridas

en los quemantes cinco desiertos donde se inmola mi prosa.

Se va tiñendo mi mirada de muertas violetas

invadidas por rencorosas falanges de malignas brigadas/

 

El cuerpo sin carne ya es un temblor de huesos en sacudida,

un desarmado esqueleto repercutido de atabales.

En la densa noche se tuerce la pureza de mi hoja

Cuando el temblor de las paredes

semeja una jaula de barrotes en lodoso terremoto y

suelta sus interrogantes de inexplicable pagina consumida/
La noche recostada se estira en una luna pavorosa

y en lenta pereza de estéril mitocondria

alarga su vacía glándula sin esternón ni timo,

Queda un abstracto temblor, un fantasma de hipocondría

en la ignorante sien de un cuervo pensativo

sin mas dones que su negra pluma y el maldito picoteo de ojos/

Espesos ecos de cobardes mares muertos sin hombría

retornan cabalgantes peces de espada a clavar mi verso/

 

Yo solo quiero cantar por las espinas del mundo,

Si el vibrato no merma tendré que escribir,

aún en presencia de la derrota,

con la tinta virgen y

el vigor del rey jazmín que aún brota/

 

Todos los derechos reservados en Safe Creative