Araceli Vellber

Fui, digo Fui.

Fui pájaro, de plumas finas y vuelo bajo

Fui, despacio a recoger el grano suelto

El que queda olvidado entre las cosechas,

El que queda en el campo, muerto.

Fui ave, en tus sueños.

Fui huevo, polluelo y pájaro

A la vez y al mismo tiempo,

Para recordar

Que también fui, niño, adolescente, adulto y viejo.

Fui animando, mi cuerpo a los tiempos

Mis besos, a tus sueños

Tus sueños, a mis miedos.

Fui, de todo en la vida, quizás hasta muerto.

Fui cuerpo helado.

Fui viento.

Fui beso suelto, en tu mejilla, húmeda por el tiempo.

Fui mano, para recoger tu pelo,

Para mantener firme el fuego.

Fui loco, para estar más cerca del cuerdo.

Fui rayo de Sol, y también fui Sol

Para calentar tus ojos,

Para darte calor, aún en tu sueños,

Para de tu piel, elegir tú moreno.

Digo, fui,

Porque ya he dejado de ser algo concreto.

Soy efímero, en el paso de los días,

Volátil, entre los huecos

Que ha dejado el tiempo, entre nuestros cuerpos.

Humo blanco, que la chimenea

Deja escapar, como se escapa mi anhelo.

Como el de mi cigarrillo, descansando en mis dedos.

Estado gaseoso, es el estado de mi cuerpo.

Solo necesito, de tus besos, para convertirme en estado sólido.