Raúl Daniel

¡Tú... Ustedes!

¡Tú... Ustedes!

 

Pidieron sabiduría y que les oyera Dios,

sus almas están vacías aunque aseguren que no;

será mejor aclararles para evitar el error;

si no se van para el cielo, ¡que sepan por qué pasó!

 

Tal vez tú quieras saber doctrina de salvación

y asegurarte con Dios en la mejor religión...

A usted, que quiere entender, salvarse de todos modos...

¡o mejor les digo a todos (ya que es ésa mi intención)!

 

¿Para qué tanto se ocupan en estudiar teología

o en esa vieja manía de adorar a la madera,

y mejor no se ocupan en socorrer al dolido,

al pobre, al necesitado, al hermano desvalido?

 

¿Quién les dijo que humillarse es eso de prender velas...

o el mandamiento de amarse termina con saludarse

en la puerta de la iglesia?, ¿de dónde sacaron esa

doctrina del egoísmo... no será del diablo mismo?

 

¿Hasta cuándo van a andar en vanidades mundanas,

en actividades caras, no escatimando gastar,

sean cumpleaños, casamientos o cualquier otro evento;

pero buscan moneditas cuando se trata de dar?

 

¿Cómo podría creerles cuando me dicen su amor,

si a sus parientes o hermanos (a quienes no cuesta verles),

cuándo les piden la mano, en vez de saciarlos, hacen

cómo si no se dan cuenta de qué es lo que sucede?

 

¿No entendieron que la paz es justo la no-violencia?,

conmigo no vale ciencia ni argumentos de palabras,

tu mano mando que abras, que compartas tu comida

con el que tienes al lado, ¡para eso te la he dado!

 

Jesús no es religión, sólo pide devoción

y reclama la justicia del salario del obrero;

¡ah!, aclararte quiero, que esa empleada campesina,

que en trabajos la matas, de ella es que se trata,

¡con ella es la cuestión!

 

¿Cómo pueden ir a misa o al centro de adoración,

si midiendo la limosna: a veces sí, a veces no,

y escondiendo tu pan hasta de un mismo pariente,

mientras finges entre dientes un rito de bendición?

 

No amenacen a nadie ¡ni Yo que soy Dios lo hago!,

mejor será que arreglen si hay asuntos pendientes,

si tienen problemas viejos; quien no perdona, al juicio

irá sin misericordia; ¡ahí chillarán sus dientes!

 

¿De qué me sirve el: “Te alabo, Padre, en esta mañana”

o el: “Traje esta ofrenda a Ti”, si nunca piensas en mí

cuando estás en tu negocio, defraudando a tu socio,

al fisco y hasta a los clientes en todo lo que más puedes?

 

¿Hasta cuándo he de aguantar sus instrumentos ruidosos,

el: “Señor, eres hermoso” y el: “Siempre te voy a amar”,

si cuando voy disfrazado con un niño en los brazos

o con el pelo canoso no me quieren ayudar?

 

Justicia, misericordia, benignidad es mi culto,

Yo soy Dios, no soy el mundo, al que pudieran comprar;

mejor les será aceptar mi palabra como es,

(no arrepentirse después).

 

¿Qué entendieron por velar, que sólo es estar despierto,

dejar las horas pasar? ...Cuidado, que los visito,

¡y ni la cuenta se dan!, me disfrazo de mendigo,

de vecino, de ancianita... ¡de lo que menos esperan!

 

Ámame en tu hermano, ámame en tu mamá,

ámame en tu sirvienta y en todo aquél que a ti va!,

deja de sacar la cuenta, y comienza a prodigar,

que el amor que te reclamo me lo das ¡si a otros das!