Volveré, caminando muy despacito,
hilvanando de mi vida, los pedacitos,
que se fueron rompiendo, dando tumbos,
por esos caminos perdidos, ya sin rumbo.
Y elevaré a los cielos mi canción,
tratando de armar mi dolorido corazón,
y que la sonrisa brote de mis versos,
esparciéndose, como rocio, por el universo.
Renaceré de las cenizas lentamente,
prenderé el fuego de mi mente,
dejando que mi alma vuele con emoción,
posando en sus puertas un cariñoso amor.
Pasito a pasito, volveré a caminar,
por los senderos que un día quise dejar,
sin apuros, con sentimientos profundos,
escribiendo poesías en pos de sus rumbos.
Y seguiré amando en mis silencios,
y seguiré cantando en mis adentros,
hasta que un dia se den cuenta que soy yo,
la que les canta al oido con tanta emoción.
MARIA HODUNOK.