Lea Guillen

Y vueltas, y vueltas...

Más vuelta, menos vueltas,
y hasta las palomas envidian tu quizás.
Plebeya en la raíz del nunca,
y el misterio indómito, y la santa novedad.
Dulce nodriza de la risa de mamá,
jugando, siendo, poseyendo esta verdad.
Hoy venimos a verte, por no dar más,
borrachos, sin sienes, temiendo señalar.
¡Vamos! que el iglú ya es nuestro,
que ya caduca el cielo en la histérica Ciudad.
Y los señores que se revuelcan en su nada,
y la pureza que no sabe dónde va.
Vueltas y vueltas, y jamás senil,
privando al humo, quebrando sin piedad.
Nunca servil en tu ansia,
ni en tus hombros huecos, ni en tu país de la libertad...
Te tejemos un amor, una bestia, un ojalá.
Te pedimos nueva, siempre alerta, sin casar.

 

 

 

Argentina, 29-11-2012
(De madrugada)