LIZ ABRIL

UNA LÁGRIMA

 

Dolor que pesa hasta caer rendido en una lágrima,

porque una lágrima... a veces, es más que todo el llanto,

porque esa sola lágrima se abrió paso a empujones

vencida por la angustia y la impotencia

para agonizar lentamente en la mejilla.

Dolor que de golpe... ¡como un latigazo!

lacera el alma y pega con la fuerza de la ira,

porque no comprende cuál es el motivo

y la duda duele más que la certeza.

La verdad aunque duela es pura y limpia

y su dolor es dolor que libera.

La mentira y la duda son oscuras y sucias

y  el dolor que causan es dolor que envenena.

Tu ausencia no duele, me acostumbré a no tenerte,

Pero lo que corroe, muerde, araña y desgarra es tu olvido.

Porque aún en  mi pecho respira tu recuerdo.

Porque aún galopa en cada latido.

Y aunque se haya muerto el amor...

una historia como ésta no merece este olvido.

Dolor... que pesa hasta caer rendido.

¡Puñetazos de angustia!

¡Latigazos de ira!

La lágrima cae con un trozo del alma...

¡Los pedazos que quedan no comprenden tu olvido!