LIZ ABRIL

DOS EXTRAÑOS

Te contemplo allí... y estás... ¡tan ajeno a todo!
La vida sigue para ti... \"como si nada\"
y me pregunto entonces... si fue fantasía,
algo creado por mi mente trastornada.

 

Tú no sabes que la mujer que fui algún día
se quedó acurrucada y presa entre tus brazos,
sigue muy quieta, silenciosa y escondida
para poder acompañarte en cada paso.

 

Tú no lo sabes... ni siquiera lo imaginas...
que en su blanco cuerpo las huellas de tus dedos
delinearon un país deshabitado
en el que los ríos ahora son desiertos.

 

Que hay en el alma un abismo negro y profundo...
justo en el lugar donde habitaban tus besos,
y que las caricias quedaron congeladas
cuando la ternura se trastocó en misterio.

 

Que hay un vació que se agiganta entre los brazos
y en la mirada que acunaba tu reflejo
sólo hay una ausencia de siempre, que se pierde
como un fantasma infame dentro del espejo.

 

Te contemplo y allí estás... pero no te veo...
el que antes existió... hoy es solamente un sueño,
el también quedó acurrucado entre mis brazos...
aferrándose con fuerza a este amor eterno.

 

Y tú sigues ahí... sonriendo indiferente...
echado para atrás, fumando, en el sillón...
sólo dos extraños mirándose de frente...
que decidieron exiliar al corazón.